Podemos hablar de Vinyasa Yoga como sistema, como método, como herramienta o como estilo, pero en términos generales, desde AIVY, entendemos como prácticas de Vinyasa todas aquellas disciplinas cuya secuencia sea dinámica y esté centrada principalmente en la sincronicidad de la respiración y del movimiento.
Los orígenes del Vinyasa Yoga se remontan a las enseñanzas de T. Krishnamacharya, quien introdujo en los años 80 a sus alumnos en la práctica de yoga a través de secuencias dinámicas y en muchos casos exigentes a nivel físico, que han derivado en un sinfín de estilos más modernos como los que conocemos en la actualidad, cuyo principal objetivo es crear prácticas fluidas donde se trabaja cuerpo, mente y respiración de forma sincronizada.
Cualquier práctica de yoga que tenga en cuenta esta relación entre respiración y movimiento está incorporando vinyasas, independientemente del nombre, estilo o disciplina concreta. Algunas de las prácticas que incorporan vinyasas en sus secuencias serían el Vinyasa clásico, Power Vinyasa, Vinyasa Krama, Ashtanga Yoga, Dharma Yoga, Jivamukti Yoga, etc…
En cualquier caso, se trata de formas sistematizadas de enseñanza que de manera progresiva y con un orden inteligente enseña al practicante un enorme número de vinyasas y asanas para que éste pueda adaptarlas a su práctica particular.
Todos aquellos profesores o centros que impartan prácticas como las mencionadas anteriormente o similares y que busquen, al igual que nosotros, estandarizar mediante rigurosos criterios de calidad sus formaciones y enseñanzas, son bienvenidos a formar parte de nuestra asociación.
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